sábado, 31 de enero de 2009

VOLVER

No son buenos tiempos para el rock nacional. Un movimiento musical-cultural con cuarenta años de historia a sus espaldas, que alternó en su nacimiento dictaduras y democracia hasta volverse popular, debería poder ofrecer propuestas de mayor calidad artística. Bandas buenas hubo y habrá siempre, no se trata de eso. Más bien tiene que ver con cierta molestia que genera en quien esto escribe, tantos regresos grupos emblemáticos. De otras épocas. No quiero herir susceptibilidades, simplemente permitirme reflexionar acerca de a qué se debe esta moda retro que estamos atravesando desde hace algunos años. Como corresponde, la historia arranca con Los Gatos. Allá por 2007 se juntaron,celebrando los 40 años de la grabación de La Balsa, acaso el hit inicial del rock del país . Pero no fueron los primeros. Haciendo memoria, todas las bandas fundacionales del primer período volvieron a juntarse conforme pasó el tiempo. Almendra, Manal y hasta Vox Dei, que con distintas formaciones sigue en pie hasta la actualidad. No estuvo mal, tampoco. Obedeciendo a diversos intereses, los regresos fueron transitorios y contaron con la complicidad del público, que así lo entendió.
Ya entrados los noventa, fueron protagonistas los músicos de la década anterior. También con motivos diferentes según el caso. Seru Giran, Virus, Sumo (aquel famoso show bajo la consigna “Divididos-Las Pelotas”), más algunos tardíos de los setenta: Aquelarre y Sui Generis. Aquí los resultados fueron desparejos, en lo que atañe a lo artístico y la repercusión, que (como sabemos) no siempre van de la mano.
Es en esta misma década, marcada por el menemismo, donde empieza a darse un estancamiento musical que persiste hasta hoy. La mayoría de las bandas convocantes en actividad arrancaron por aquellos años. Hagamos nombres: Los Piojos, Bersuit Vergarabat, Divididos, Las Pelotas y La Renga. Aunque con estilos diferentes, en su mayoría todas buenas bandas. La segunda mitad de ese lustro, en cambio, estuvo marcada por una tendencia clara. El denominado rock chabón o barrial, que toma lo peor de la influencia Stone. Pocos acordes, escasos arreglos de voz y repertorio básico: el barrio, las minas y los amigos. Lamentablemente, es lo que predomina.
El problema de fondo es que no huborenovación, como ocurrió durante la apertura democrática. Desde la primavera alfonsinista en adelante hubo un cambio estilístico-temático palpable en relación a los oscuros setentas. Esto favoreció a todos los subgéneros, desde el metal al pop. Amplitud que se estrechó al más de lo mismo de la actualidad.
El ir a lo seguro, repitiendo la fórmula del éxito, parece no dejar lugar para mucho más. Tal vez eso explique la reciente vuelta al ruedo de Soda Stereo y Los Fabulosos Cadillacs, diez años después. La respuesta de la gente fue en ambos casos buena. Personalmente, me resultó más logrado lo de LFC. El notable disco nuevo justifica la movida. Y destaco uno que no fue tan promocionado, pero valió la pena, Aznar-Lebón. O, lo que es lo mismo, medio Seru Giran. Volver empieza a tener otro sentido, me parece. Se trata de llenar un vacío, cada vez más grande. Y el repetido ejercicio de la nostalgia, que también se observa en la proliferación de los discos-homenaje, puede tener consecuencias buenas o perjudiciales. Ojalá sirva para inspirar a nuevos grupos a buscar rumbos musicales diferentes a “lo que suena y vende”. Odiaría que signifique el mero recuerdo de “lo que ya no es”.
Mariano Sicart

sábado, 24 de enero de 2009

BAGLIETTO - VITALE: CON ESTILO PROPIO

“Nuestros discos notienen fecha de vencimiento”, manifestaron en alguna oportunidad. Y es cierto. La obra del dueto conformado porel cantante rosarino Juan Carlos Baglietto y el músico y compositor porteño LitoVitale representa lo mejor de la música popular contemporánea. El inicio seremonta a 1991, cuando ambos decidieron juntarse para reversionar clásicos deltango y folclore nacional, grabando “Postales de este lado del mundo” para EMI.La placa contenía antológicas interpretaciones de “Tonada del viejo amor”,“Milonga sentimental”, “Desencuentro”, “Naranjo en flor”, “Postal de guerra”,“Nostalgias”, “Dorotea, la cautiva”, “Cafetín de Bs. As.”, “Piedra y camino”,“1964” y “El día que me quieras”.
La fórmula prometía,al combinar canciones que forman parte del inconciente colectivo a cargo de unvirtuoso tecladista arreglador, Vitale, y de un intérprete de excepción,Baglietto. Pese a que la idea era editar el trabajo como dúo, razones de índolecontractual ajenas a los músicos hicieron que el disco formara parte de lacarrera solista de Juan, obstruyendo también la posibilidad de presentarlo envivo como se merecía.
Años después volverían a coincidir. Sin discográficas de por medio, elsello independiente “Ciclo 3”, propiedad de Vitale, registraría “Postales delalma” en 1999, segunda incursión de ambos por el cancionero popular argentino.Como novedad, se incorpora en calidad de invitado el guitarrista peruano LuchoGonzález, y suman un tema propio: Postales del alma (Vitale-González-Abonizio),interpretado en versión tango y chacarera. La lista se completaba con “Elmensú”, “Tarde”, “La última curda”, Canción del jangadero”, “El choclo”, “Zambade Lozano”, “Lejana tierra mía”, “Cambalache”, “Nada”, y “Canción de cunacostera”.
El éxito acompaña la propuesta. El 2000 los encuentra presentando elmaterial por todo el país, realizando también varios conciertos a totalbeneficio de escuelas rurales. Además, llega el reconocimiento internacionalcon la obtención del premio Grammy Latino en la categoría mejor disco de Tango.Hacia fines de ese año ve la luz “No olvides...” (EMI), ansiado registro envivo con el que se cierra un ciclo. Integramente grabado durante la gira porRosario, Venado Tuerto, Pergamino, Resistencia, Trelew y Bahía Blanca, reflejade manera soberbia la emoción que genera el contacto de los músicos con supúblico. Sin retoques de estudio. Pero va más lejos aún, al sumar al repertorioclásicos de sus carreras solistas: “Dios y el diablo en el taller”, “Mienten”,“En este barrio”, “Historia de Mate Cosido”, “No olvides que una vez tú fuistesol”, “El témpano”, “Las cosas tienen movimiento” y “Ese amigo del alma”.Incluyendo también improvisaciones de momento y estrenos para la ocasión, “Losmareados” y “Pasional”.
“Qué más hacer en esta tierra incendiada sino cantar” sería el extensotítulo del cuarto y último disco, editado en 2001. Nuevamente para Ciclo 3,pero con otra consigna: grabar canciones inéditas, arregladas exclusivamentepor y para el dúo, con la colaboración de autores amigos en las letras. Asíasoman “Malas palabras” (Vitale-González-Baglietto), “Mi rostro de vos”(Benedetti-Favero), “Príncipe del manicomio” y “Canción esdrújula” (A.Abonizio), “Fracasamos” (R. Narvaja), “Canto Versos” y “Solo” (J. Fandermole), “Alfabeto para locos”(Vitale-González-Abonizio), “Cielos lejanos” (Vitale-González-Heredia), y losinstrumentales “Pianissimo” y “Juntos por única vez” (Vitale). Se incorporandefinitivamente Lucho González y su hijo Martín, en percusión, tanto en estudiocomo en las presentaciones en vivo, convirtiendo al dúo en cuarteto. La intenciónde consolidar temas propios dio buenos resultados, y la crítica especializadavolvió a sonreírles. Ese año fueron distinguidos con el premio Gardel en lacategoría “adulto-popular-contemporáneo”.
En tiempos donde el consumismo pretende modelar los gustos musicales dela sociedad y las FMs generan hits con la misma velocidad con la que losdestruyen, dos amigos de enorme talento se juntaron por el solo hecho delplacer que ello les provoca. El rescate de joyas del cancionero nacional dediversos géneros y estilos fue la excusa. Juan Carlos Baglietto y Lito Vitalehan decidido por estos días terminar con el dúo para retomar sus trayectoriassolistas. Sin peleas ni egos de por medio. Con la satisfacción de haberconcluido una apuesta artística de gran nivel, la gira de despedida comenzó el pasado 15 de Marzo en Rosario, conel emotivo recital brindado en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito para elciclo de verano “Rosario bajo las estrellas”. Queda el recuerdo y cuatro buenosdiscos. No es poco.

Mariano Sicart - La Puerta Nº 123 – Abril, 2003

domingo, 18 de enero de 2009

PAPPO SIGUE VIVO


"Pappo siente lo que canta. Eso es el blues. Transmite su propio sentimiento. Es un gran músico... y además es mi amigo." B.B. King.


Si el rock nacional terminó mal 2004, tragedia de República Cromañón mediante, este año no comenzó mejor. Parece mentira. Pero es cierto. Norberto "Pappo" Napolitano falleció la madrugada del pasado viernes 25 de Febrero en un accidente con su moto sobre la ruta 5, en cercanías de Luján. El carpo tenía 54 años y era dueño de una extensa y rica carrera musical que arrancó como guitarrista a mediados de los sesenta, coincidiendo con los inicios del rock argentino, movimiento del que fue pionero y parte irreemplazable. Junto a Miguel Abuelo tocó en la primera formación de Los Abuelos de la Nada, en 1967. A esta época corresponden su paso por Conexión N° 5, La Pesada del Rock And Roll y Manal. Tiempo después se sumó a Los Gatos, grabando en Beat Nº 1 (1969) y "Rock de la mujer perdida" (1970), siendo responsable del potente sonido de este último. Luego de un viaje por Inglaterra vuelve al país para gestar a la manera de Cream, Pappo´s Blues, junto a David Lebón -bajo- y Black Amaya -batería-. Desde Vol. I (1971) a Auto Rojo (1999), con distintas formaciones en su haber, esta banda registró un total de nueve imprescindibles discos. Para 1977, coincidiendo con uno de los tantos recesos de Pappo´s Blues, funda en Brasil junto a Alejandro Medina y Junior Castello, Aeroblus, efímera experiencia que dejaría un injustamente olvidado disco de título homónimo, que aparece un año después. En plena dictadura, Pappo inaugura el heavy nacional con el anuncio de su nuevo grupo. RIFF debuta en 1980 con un rock duro y visceral, nunca antes escuchado por estas pampas. Lo integran Vitico Bereciartúa -bajo-, Michel Peyronel -batería-, además de Héctor "Boff" Serafine --guitarra- y Pappo, que pronto termina reemplazando al vocalista Juan Carlos Haymmes, ante el pedido de la gente. Diez buenos discos desde Ruedas de metal (1981) a Que sea rock (1997) dejó el cuarteto, que también supo contar en algunas de sus formaciones a Oscar Moro, Jota Morelli, JAF y Daniel Peyronel. Su dilatada pero interesante carrera solista se inicia en 1984, cuando graba con su banda Boxer, el album doble "Pappo en concierto", de escasa repercusión. En 1987 con la formación Hoy no es hoy registra "Plan Diabólico". "El Riff" corresponde a 1991. "Blues Local" le otorga el reconocimiento mediático y masividad en 1992. El año siguiente sale "Pappo y Deacon Jones". "Pappo sigue vivo" (1994) recopila una serie de logradas presentaciones con Las Blacanblus, Miguel Botafogo y Edgar Winter, de invitados. Años después, decide autohomenajearse a la manera de los bluesman norteamericanos, invitando a sus colegas a grabar. "Pappo y amigos" (2000) es un disco doble soberbio donde participa casi toda la escena del rock argentino contemporáneo, recreando temas suyos de todas las épocas. Finalmente, tras años de pelearla desde la independencia, edita el notable "Buscando un amor" en 2003 para Sony Music, acompañado por Gustavo Bolsa González en batería y Yulie Ruth en bajo. La producción contó como invitados a Luis Robinson, en armónicas, Nico Raffetta, en teclados, además de cuerdas y una línea de vientos arregladas por Javier Malosetti. A nivel internacional, producto de su constante búsqueda de nuevas tendencias y viajes por el mundo, llegó a ser el primer violero de Motorhead e integrar la Peter´s Green Band, en Inglaterra. Tocó junto a David Lebón y Ciro Fogliatta por España, formó y giró con "The Widow Makers" por Estados Unidos, país donde acompañó a Smokey Wilson; Deacon Jones y Micki Champion; Ken Bowie y Bruce Willis. Cumplió el sueño del pibe en 1993 al ser invitado por primera vez de B.B. King en el Madison Square Garden de New York, trabando amistad con la leyenda viviente del blues a partir de su mutua pasión por las seis cuerdas. Años antes, lo había teloneado en Obras, llegando a compartir algunos temas. Incursionó en la actuación participando de dos producciones de Pol-Ka para canal 13. Encarnando a un jefe mafioso en "Poliladron", y en el papel de un mecánico amigo de la protagonista en "Carola Casini", por el que ganó el Martín Fierro en la categoría revelación. Amante de los fierros, tipo frontal, sincero y sin pelos en la lengua en un medio por demás de hipócrita, virtuoso intérprete, compositor simple pero preciso, impulsor del blues y el heavy en Argentina, a Pappo se lo va extrañar mucho. Más que su público quien lo echará de menos seguramente será la guitarra. Su eterna enamorada.
*Mariano Sicart. *
Nota original publicada en La Puerta n° 146 -- Marzo, 2005.